
En Noruega, el Consejo de Seguridad de la ONU es visto como un organismo que a menudo falla en cumplir su mandato de mantener la paz y la seguridad internacional. Los ciudadanos y analistas critican su incapacidad para abordar conflictos de manera efectiva y su tendencia a estar paralizado por intereses políticos de los estados miembros. Esta percepción se ve agravada por la falta de resultados concretos en situaciones de crisis, lo que lleva a una desconfianza general hacia su autoridad y eficacia. Aunque se reconoce que en ocasiones ha tenido un papel positivo, como en la mediación de conflictos, la frustración predominante radica en su inacción y la burocracia que lo rodea.
Los medios noruegos tienden a ser críticos del Consejo de Seguridad, destacando su ineficacia y la burocracia que lo rodea. Fuentes como VG y Aftenposten han discutido en profundidad cómo la política internacional a menudo se ve obstaculizada por el deseo de los países más poderosos de proteger sus propios intereses. Estos debates resaltan la falta de confianza en el Consejo como un órgano que puede actuar decisivamente en situaciones de crisis.
Las discusiones sobre la efectividad del Consejo de Seguridad de la ONU están en aumento, especialmente en relación a la crisis en Ucrania y el conflicto en Siria, donde muchos cuestionan la falta de acción decisiva.
Estas tendencias surgen debido a la creciente frustración con la inacción del Consejo ante crisis globales, lo que ha llevado a un llamado a la reforma y a una mayor responsabilidad dentro de la ONU.
Desglose detallado del sentimiento público y conversaciones sobre esta entidad.
Ve cómo el alto porcentaje de impacto de cada entidad se relaciona con su porcentaje de sentimiento positivo de menciones reales.





